WHITMAN, WALT
En estas páginas, el gran poeta se nos muestra como un exigente comentarista político, más combativo que nunca. No nos encontramos con el vagabundo feliz que canta la épica de la democracia americana, sino con una angustiosa y desengañada reflexión sobre una democracia desvirtuada, degradada e incompleta, que no alcanza a convertirse en el escenario esperado para la aparición del hombre que le merezca. Escandalizado con las ruindades de la democracia institucional, los traficantes de votos y los clubes políticos, pendencieros e intolerantes, Whitman recomienda la participación en la política, pero pide al mismo tiempo distancia de los partidos, que a su juicio "serán úties, quizá necesarios, pero no brutales instrumentos de cinismo".