SERRA, CLARA
No hay nada escandaloso en el título de este libro. Apela a lo que más se le ha negado a las mujeres, el acceso al poder político. El león, asociado a lo masculino, ha representado siempre la fuerza, mientras que la zorra, declinada en femenino, se ha asociado a la astucia y a los engaños de la seducción. En negativo, estos estereotipos representan tanto la masculinización del poder como la serie de exclusiones y estigmas que pesan sobre las mujeres en su acceso a él. En positivo, apuntan a dos de los atributos fundamentales del poder político: la fuerza como capacidad de obligar y la seducción como poder de convencimiento. Ambos elementos son indispensables para el feminismo, un enfoque privilegiado para pensar la política y no "un asunto de mujeres y solo para mujeres".