GIMENO, BEATRIZ
En 1999 el asesinato de la joven Rocío Wanninkhof conmocionó a la sociedad española. El prejuicio contra las lesbianas y su invisibilidad social condenaron a Dolores Vázquez por un crimen que no había cometido. Su historia ejemplifica cómo el odio atávico, el miedo y la incomprensión hacia las lesbianas pueden convertir a los aparentemente neutrales medios de comunicación en instrumentos de la construcción de un estereotipo: el de la lesbiana perversa, un blanco fácil para el linchamiento público.