CÉZANNE, PAUL
Paul Cézanne y Émile Zola iniciaron en la infancia una amistad que enlazaría sus destinos de por vida: compartían origen geográfico, medio social, intereses intelectuales y una profunda complicidad. Pese a la distinta suerte artística de cada uno Zola alcanzó pronto reconocimiento y éxito, mientras que Cézanne apenas expuso su obra hasta el final de su vida, mantuvieron un fructífero diálogo durante treinta años.