SANTAMARÍA, ALBERTO
Este libro puede leerse como un catálogo de lo azaroso, como un bodegón de cosas perdidas. Trata de las afueras físicas y de las afectivas, las de la memoria y del amor. Al mismo tiempo, un mantra se repite: estar es todo. Habitamos un presente que siempre se nos escapa pero que es nuestro recinto vital, y en torno a él debemos comprender nuestras acciones.